El autor plantea un acercamiento a la compleja espiritualidad de Kazantzakis en tres niveles: el del hombre siempre inquieto en el plano religioso; el de los juicios de contemporáneos suyos y estudiosos sobre los relieves espirituales de su obra; el del discurrir libremente por algunos aspectos dela obra de Kazantzakis. A través de este acercamiento, el autor se pregunta por el Kazantzakis místico, el Kazantzakis profeta y el Kazantzakis filósofo. Trata de dilucidar el complejo problema de la relación del escritor con Dios y de su idea de la divinidad, a la luz de diversas obras, en especial de la Ascética. Uno de los caminos que plantea el autor es el de un paralelo entre las ideas de Kazantzakis respecto de Dios y de la marcha ascendente del hombre, con las de Plotino.