En este artículo se presentan dos textos -la Expositio Totius Mundi y la Topographia Christiana- que dicen relación con la forma en que el hombre ha interpretado su mundo y, por tanto, el lugar que en él ocupa. El punto de partida de las siguientes reflexiones lo constituye un libro de C. Glacken, sugerente y erudita obra en la cual el autor plantea la relación que ha existido, desde tiempos inmemoriales, entre naturaleza y cultura, en el pensamiento occidental. Es probable que, en su forma final, este trabajo se aleje de los postulados del mencionado autor; no obstante, dos nociones nos llevaron a considerar el tema del presente estudio: Glacken habla de orden y propósito de la obra humana como reflejo del orden y propósito del cosmos, cuyo sentido el hombre trata de develar. En la Antigüedad, ese orden y propósito está en el mito, como explicación totalizadora; en época cristiana, en la Revelación.