La realidad del mundo rural en el presente no se mide por la proporción de la
población que vive en él, ni por su aporte a la economía del país. Ahora
adquiere importancia fundamental su papel en la integridad del territorio, la
conservación de los recursos naturales y la capacidad para proporcionarle a
toda la población un disfrute de vida que es cada vez más apreciado. Esta
nueva dimensión emerge, en buena parte, por los niveles críticos que alcanza la
contaminación ambiental, los traslados agotadores de la residencia al trabajo,
los riesgos y otros graves problemas del sistema urbano.
En este trabajo se resumen las nuevas condiciones que están apareciendo en
el sistema de vida rural y en la misión destino de esta parte de la nación. Estas
condiciones están dadas, en primer lugar, por la mayor comprensión teórica por
parte del gobierno, las instituciones públicas y organizaciones privadas del
territorio, en un país semivacío, como el nuestro, y donde se ha llegado a un
sistema de vida en que se anhelan el paisaje, la tranquilidad y el espacio.
Además, los propios habitantes rurales adoptan estrategias que se mencionan
en el artículo, las que vienen a constituir respuestas no programadas al desafío
de supervivencia. Asimismo, otra condicionate contribuye a explicar la
posibilidad de cambios; esta es que los servicios a las industrias se están
acercando a los sectores rurales, tanto por razones de avance tecnológico
como por razones económicas de localización. Se repasan, entonces, las
consecuencias que tienen los cambios previstos en la movilidad de la población
y en particular en la migración interna y en las combinaciones de trabajos
urbano-rurales que emergen a la luz de algunos instrumentos de análisis,
provenientes de la geografía y la economía regional.